viernes, 23 de junio de 2017

Mi pequeña niña ha crecido


Una madre siempre estará orgullosa de su hija
Mi pequeña niña es fuerza y constancia… Se empeña en subir los peldaños de la vida a base de fortaleza y de metas que una a una va cumpliendo al paso de la vida, mariposa de alas diáfanas y coloridas…
Ella vuela alto, y tras caer, retoma fuerzas y entereza, ganándole a la melancolía, levantándose de nuevo cada vez
Mi niña pequeña, dejó de ser tan pequeña:
Y creció mi niña, se hizo grande y fuerte. Tomó en sus manos su vida, y se hizo mi guía, y se hizo mi paz disipando mis tormentas.
Mi pequeña niña ya es todo una señorita .Ya no esconde su mirada, ni su risa, ni su fe; ya no se llena de dudas porque sabe con entereza que sus principios son grandes y se llena de fortaleza. Las dudas ya no dan vueltas en su cabeza, porque ha crecido mi niña, hermosa y llena de luz.
He reído con sus risas, y he llorado con su llorar, y nos hemos abrazado cuando un día supimos que solitas nos quedamos las dos en nuestro hogar.
Hoy, sólo porque sí, brotaron estas letras a mi dulce y amada niña que hoy se quedó prendida en la solapa del adulto convertida en una hermosa y fuerte mujer.

jueves, 22 de junio de 2017

Castigar también es educar, pero hay que saber castigar.

Que los hijos dan “guerra” es una realidad que la mayoría de las madres y padres viven mientras educan a sus hijos.



Y como tienen muchas posibilidades de equivocarse esta es la razón por la que los hijos tienen madres y/o padres, para que los guíen con normas y límites.

Y ¿qué hacemos cuando se las saltan o las incumplen? Pues elige: aplicas consecuencias o clamas venganza.
Castigar no es perder el control mientras retiramos privilegios a diestro y a siniestro, castigar es simplemente hacer ver, y sentir, a nuestros hijos que sus conductas tienen consecuencias.

1.- Las consecuencias son el resultado lógico y esperado del incumplimiento de una norma.
 Si tú no haces X, entonces no podrás hacer Y.
 Y tu aprendiz de modorro o modorra te dirá “me da lo mismo”.
 La venganza es la manera en la que les trasmitimos, tú me fastidias y ahora te fastidio yo a ti y si puedo el doble, a lo que tu hijo también contesta con un “me da igual”.

2.- Las consecuencias están determinadas desde el mismo momento en el que aparece la norma. La venganza nos asalta dependiendo de cómo nos frustre la conducta de nuestro hijo.

3.- Las consecuencias no requieren de alteración emocional por parte de los padres y madres, simplemente recordamos a nuestros hijos cual es la consecuencia de sus conductas y las aplicamos sin necesidad de muchos discursos.
 Mientras que la venganza va acompañada de la famosa ingurgitación yugular, mensajes emocionales (bien de ira incontenida, bien de peligrosa ironía, bien de sentimientos lastimeros).


4.- Las consecuencias son inalterables permanecen igual día tras día. La venganza hace que cada vez te vuelvas más maquiavélico pensando dónde le puedes dar que le haga más daño.

5.- Las consecuencias dan seguridad a los que educan y a nuestros hijos pues pueden anticipar sin la menor duda qué es lo que va a ocurrir; mientras que la venganza te lleva a un círculo vicioso de inseguridad en el que cada vez te sientes más perdido, más avinagrado, más enfadado, más asustado.

Te recuerdo que tú, madre o padre, eres el que está educando, así que cómo te vas a enfadar por hacer lo que tienes que hacer.

¿Quieres hijos con autoestima? ¡Sé un padre con autoestima

La autoestima es la valoración positiva o negativa que una persona hace de sí misma en función de los pensamientos, sentimientos y experiencias que esa persona vive. Padres y madres sabemos que la autoestima de nuestros hijos influye mucho en su comportamiento pero muchas veces no sabemos qué hacer ni qué decir para lograr que su autoestima sea positiva.
Achacamos a la baja autoestima las dificultades que puedan presentar nuestros hijos y bueno, puede que sea cierto, pero te diré que en la infancia y adolescencia es fácil tener problemas con la autoestima. En este blog repetimos hasta la saciedad que nuestros hijos e hijas están en “construcción” y eso significa que necesitan vivir, necesitan tener experiencias para ir forjando personalidad y también su autoestima y, de nuevo, aquí los  padres tenemos un papel importantísimo que desarrollar: somos proveedores de autoestima.


¿Cómo ayudar a los hijos para que sean capaces de ir mejorando su autoestima?



En primer lugar, tus hijos necesitan sentir que son aceptados incondicionalmente. Trasmitimos a nuestros hijos que los queremos, que los aceptamos como son. No tenemos hijos para que nos den “gloria” a los padres; aceptar a alguien incondicionalmente no significa que les dejemos hacer lo que quieran hacer, es más, porque los aceptamos tal y como son es por lo que les ponemos normas y límites. No los queremos porque aprueben, recojan, obedezcan, los queremos porque son nuestros hijos y cuando suspenden, no recogen o desobedecen simplemente aplicamos consecuencias.



En segundo lugar, nuestros hijos necesitan que valoremos objetivamente aquello que hacen. Esto quiere decir que  cuando educamos hijos no podemos dejar que las normas y límites que les proponemos sean más o menos flexibles en función de que nosotros estemos más contentos, enfadados, cansados, etc.  Romper un vaso de cristal en un ataque de rabia requiere una respuesta más seria que la de romper, sin querer, un valioso jarrón. Eso es valorar objetivamente.


En tercer lugar necesitan autonomía. Ser capaces progresivamente de ir tomando las riendas de su vida, para tener autonomía hay que dar responsabilidades a nuestros hijos. Desde pequeños tienen que tener responsabilidades y posibilidades de tomar decisiones acordes a su edad. Los educamos para que vuelen.

En cuarto lugar necesitan tener experiencias de éxito. Todos los niños tiene que tener experiencias de éxito (una experiencia de éxito es aquella en la que nuestro hijo o hija hace algo que sabe hacer y las debemos de resaltar, para que cuando digan eso de “yo no sé hacer eso” les digamos, mira hijo, tú sabes hacer tal cosa y si sabes hacer eso puedes intentar hacer esto otro), pero ojo, tus hijos no son perfectos, así que también deben de tener experiencias de fracaso, esto los hará más realistas y entenderán cómo se siente uno cuando las cosas no te salen como esperabas.


En quinto lugar necesitan confianza, sentirse mal en la infancia o en la adolescencia es algo normal, al igual que equivocarse y cometer errores. Los niños y adolescentes llevan mal eso de equivocarse, para eso estamos los padres para corregir los errores y mientras corregimos les hacemos ver que confiamos en ellos. Errar, corregir y confiar.
Por último, lo que necesitan es que su padre y su madre actúen como padres con autoestima positiva, padres que confían en su competencia como educadores, padres sin prisas, padres sistemáticos, padres que guían, padres orgullosos de sus hijos, padres que confían en sus hijos.

Vamos, que tus hijos para tener mejor autoestima te necesitan. Así que estad atentos.

martes, 20 de junio de 2017

......5 Errores comunes de las Mamas primerizas ............

Cuando llega el primer bebé todo es nuevo, todo cambia, todos son miedos, preocupaciones y dudas. Ser mamá por primera vez es enfrentar el reto más importante de la vida. Aunque sean motivos de grandes alegrías, los bebés no llegan con manual de instrucciones y nosotras, con la mejor de las intenciones, cometemos errores de novatas. Son esos errores comunes de mamás primerizas en los que todas caemos.
Y es que, ser mamá no es fácil, habrá momentos de total y absoluta felicidad, y otros en los que sentiremos que no podemos más.
Errores que tenemos las mamás primerizas

1. No hace falta bañar al bebé todos los días:
No es necesario que todos los días, bañes a tu bebé. Recuerda que el bebé, en sus primeros meses de vida, no realiza ninguna actividad, no anda, no gatea, ni tiene la opción de ensuciarse. Los especialistas recomiendan bañar a tu bebé 2 o 3 veces por semana. Eso sí, tienes que mantener la piel de tu bebé bien 
humectada, para eso puedes usar crema corporal hipoalergénica y con pH neutro. De igual manera, tendrás que mantener limpias sus manitas con toallitas húmedas.

2. No esterilices todo:
Mucha gente te dirá que hay que esterilizar todo durante el primer año de tu bebé, pero esto es un mito que conviene erradicar. Obsesionarse con la higiene puede ser más perjudicial para el pequeño, pues si le evitamos todo contacto con bacterias, podría evitar que su sistema inmunológico genere anticuerpos. Cuando tu bebé cumpla 3 meses, puede relajarte un poco y preocuparte en mantener limpios los objetos con los que el bebé tenga contacto sin la necesidad de esterilizar todo.
3. No lo rapes, no le va a crecer el cabello diferente:

Algunas personas creen que si rapas a tu bebé antes del primer año su cabello crecerá chino, más fuerte o de otro color. Lo malo es que nada de eso sucederá, incluso el pequeño podría perder calor corporal desde su cabecita. El tipo y el color de cabello solo dependen de la herencia genética. El nacimiento del pelo o su desarrollo no tiene nada que ver con el corte de pelo o el momento en el que se lo hagas. Depende de ti cuándo hacerlo pero en nada influirá su posterior forma o cantidad.

4. La experiencia es buena, pero el especialista más:
Nuestra madre y abuela tienen mucha experiencia y muchos secretos en el cuidado de los bebés, tus amigas querrán darte muchos consejos, y encontrarás diferentes teorías, apoyos y sabidurías. Todos en tu entorno podrán ayudarte, sin embargo, nunca cambies las recomendaciones del pediatra de tu bebé por la receta de la abuela. 
5. No rechaces la ayuda:

¡Eres una supermamá, pero a veces necesitarás ayuda! No temas porque piensen que seas una mala madre. Mientras más energía física y mental puedas dar a tu bebé, mejor. Déjate ayudar

....Los niños tienen un peor comportamiento cuando están con su madre......

Los niños tienen un peor comportamiento cuando están con su madre


 Yo tengo dos teorías al respecto:


 Confianza: nuestros hijos pasan mucho tiempo con nosotras, esto ha sido así tradicionalmente y, en muchos casos, todavía hoy en día, somos nosotras quienes pedimos reducciones de jornada laboral u organizamos nuestro trabajo para poder atenderles. Esto genera una confianza hacia las madres mucho mayor que con cualquier otra persona de su entorno. Esta relación de confianza hace que relajen su conducta y, en ocasiones, den rienda suelta a sus emociones.
De hecho, nosotros no nos comportamos de la misma manera en todos nuestros círculos y sólo con aquellas personas que de verdad son de mucha confianza, nos relajamos y mostramos nuestro verdadero ser, sacamos nuestro peor genio o nuestro yo más tierno. Con los niños es igual.
nuestros hijos, sobre todo en edades muy tempranas, no quieren fastidiarnos a propósito, no urden ardices para sacarnos de quicio. Ciertas conductas como llorar, patalear o gritar, no es otra cosa, en determinados momentos, que una llamada de atención hacia nosotras. Necesitan de todo el cariño y afecto que podamos darles, incluso cuando les damos mucho, ellos necesitan más.

Buscan consuelo y lo buscan en nosotras, porque en las mamás encuentran ese abrazo cuando tienen una pesadilla, ese beso cuando se han caído o esas palabras de aliento cuando no han conseguido meter un gol. En los padres buscan otras cosas: diversión, explorar, juegos, experiencias, consejos...

Las madres, en general, somos esa protección que nuestros hijos asocian de forma innata con la supervivencia. 

Quiero pensar que, si se portan peor con nosotras, no es porque seamos más laxas en la educación o más blandas, sino porque somos buenas madres.

domingo, 18 de junio de 2017

....................Homenaje al padre ...........................

Hay muchos padres, y todos diferentes, unos merecen reconocimiento y otros tal vez no. Pero a nuestros padres no los escogemos, nacemos con ellos, y para ellos es este homenaje


El tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre en la mayor parte del mundo.

Aprovechamos la oportunidad de recordar que si bien no hay padre perfecto, hemos de reconocer que han tenido un valor especial en nuestras vidas y en lo que hemos llegado a ser, ya sea directa o indirectamente.
Te saludamos a ti padre que acunas al hijo entre tus brazos, padre que luchas diariamente por el sustento de tu amado hijo, para ti un canto de admiración, respeto y amor.
A ti padre maestro, que escribes en el encerado tus mejores deseos para tus alumnos con el mismo amor que lo haces par tu hijo.
A los miles de padres solteros, que llevan sobre sus hombros el dolor de la traición, el dolor del abandono, pero se regocijan con las sonrisas, los triunfos y las travesuras de sus hijos.
A ti padre, atravesado por el dolor de haber perdido a tu hijo/a, que lanzas besos hacia el cielo deseando que le llegue a tu hijo ausente, que le permites a tu inmenso amor, abrazar a los que tienes, mientras dejas escapar una lagrima por el que ya no está contigo y atesoras su amor y su recuerdo en tu corazón.
Una plegaria sincera y ferviente por el perdón del todo poderoso, para ti padre que se te olvidó ser padre, que un día dejaste el nido sin tener misericordia por tus hijos, hijos que a lo mejor hoy recuerdas y te reprochas por haberte negado a ti mismo la felicidad de verlos crecer, a ti padre que repites el nombre de tu hijo que dejaste en el olvido.
A ti padre que te lamentas por la niñez extinguida del hijo hoy adulto y que quisieras volver el tiempo, para no repetir para ti mismo,
“no tuve tiempo para disfrutar de tus primeros pasos, tus primeras palabras