HÁBITO #1 Autocriticarse frente a ellos: La tendencia a no estar feliz con el cuerpo de uno mismo se ha vuelto una moda hoy en día, ahora se ven niños de muy corta edad preocupándose por su peso o hasta mencionando que están “a dieta”.
Muchas veces los adultos nos vemos al espejo con cara de malestar al observar nuestras “imperfecciones”, nos pesamos a diario frente a nuestros hijos, mencionamos que tal alimento nos va a hacer engordar, etc. Los niños aprenden de nuestros hábitos, una cosa es enseñarles a comer sano y cuidar su salud, ¡a sentirse cómodos en su cuerpo! otra cosa es que piensen que deben ser físicamente de tal manera o que el azúcar es su mayor enemiga.
HÁBITO #2 Ser viciosos en la tecnología: Este tema cada vez es más fuerte en muchos hogares. Celulares en la mesa de comida, en el cuarto, en el auto, ¡hasta en el baño! (y no les voy a mentir, me sorprende y preocupa que en los colegios dejen entrar a los jóvenes con los celulares a las clases).
Nos hemos vuelto viciosos de la tecnología… este mal hábito no solo afecta a nuestros hijos sino también a nuestra relación de pareja. Equilibrar su uso depende de cada hogar, pero sí creo que las reglas deben aplicarse a todos, padres e hijos.
HÁBITO #3 Hablar mal de las personas: Eso de que los hijos oyen todo es muy cierto… es mejor que lo que salga de nuestras bocas sean cosas amables sobre los demás.
Es comprensible que no siempre pensamos cosas lindas de algunas personas jeje pero si vamos a mencionarlo que sea en privado con nuestras parejas/amistades de confianza y por desahogo y no en forma de chisme con nuestros amigos frente a los niños.
HÁBITO #4 Estar apurados todo el rato: ¡Apura! ¡Nos vamos a atrasar! ¡Corre!… Uy yo soy súper culpable de este mal hábito a diario con Emilia de -recién- casi 3 años. Si, es verdad que tenemos que cumplir horarios pero tener este mal hábito del “corre corre” todos los días no nos hace bien a nosotras ni a nuestros hijos
Si estamos de apuro tratemos de usar palabras amables, tono de voz tranquilo (no es fácil lo sé)… muchas veces el mal genio de los niños es porque les pasamos apurando para todo.
HÁBITO #5 Decir malas palabras: En muchos hogares las malas palabras salen de los padres como si fueran normales. Si, tal vez cuando oímos a un adulto decir una mala palabra es por chiste o por “expresión” espontánea no suena tan tan duro pero escuchar a niños de cualquier edad diciendo groserías a otro niño o peor a un adulto no es bonito.
Nuestros hijos nos oyen, y si nos referimos a una persona con una palabra grosera, para ellos será un ejemplo de lo que deben hacer. Y sabemos que cuando vemos niños groseros no es algo que nos cause gracia…
HÁBITO #6 Pelear en el tránsito: Hablando de malas palabras jaja no sé si en todas las ciudades es igual pero aquí la gente pierde la cabeza en el tránsito. Una cosa es que alguien casi nos choque y se nos salga la defensa natural (en mi caso no soporto los vivos colados que no hacen la fila que todos hacen o los que no dan paso y te pitan bravos) pero ponernos molestos porque no avanza el tráfico, no dar paso cuando podemos hacerlo y peor, empezar una pelea entre carros, ya sea a toda velocidad o bajando la ventana creo que lo único que dice de la persona es que está liberando stress en el trafico y eso es un mal hábito
Enseñarles paciencia y trabajar en comunidad para que todo fluya son buenos ejemplos que les podemos dar a nuestros hijos.
¿Se identificaron con alguno? ¡Yo con varios! Personalmente creo que depende de nosotros los padres para que nuestros hijos crezcan siendo más amables y tolerantes. Que crezcan con lindos recuerdos de conversaciones a la hora de la cena y paseos en familia sin importar el tiempo de llegada.